Daily Excerpt: Entienda el desafío del -NO- en los niños con autismo (McNeil) - Introduction
Excerpt from Entienda el desafío del -NO- en los niños con autismo (McNeil)
Capítulo 1- Introducción
No,
Una pequeña palabra
Escuchada tan seguido
Pero ¿Por qué?
¿Por qué te hace llorar?
Le invito a un viaje en el que se desplegarán capas de
concientización, iluminando la manera de cómo un vocabulario cuidadosamente
escogido puede mejorar de gran manera su relación con un niño autista. Entienda
el desafío del -NO- en los niños con autism: mejore la comunicación, aumente la
positividad, favorezca las relaciones se
enfoca solamente en el uso de esta pequeña palabra. Sin embargo, ilustra las
implicaciones de gran alcance que esa palabra puede tener al determinar la
esencia de nuestras interacciones diarias con niños autistas.
Corey
Mientras ríe fuertemente casi pierde su equilibrio, de
puntitas, saltando con un pie a la vez, agitando sus brazos en el viento, Corey
de tres años celebra con alegría mientras mira a Alice acercarse.
¡Oh- oh! Corey cree que esto es un juego, probablemente no
debí ser tan juguetona con él.
Alice alejó a Corey de la mesa tres veces en los últimos
tres minutos manteniendo una interacción ligera en cada ocasión alegremente.
—Oh no, no, no, no jovencito. No debemos pararnos encima de la mesa. ¡Bájate!—.
Corey es sostenido en un abrazo, mientras es alejado de la mesa y puesto
gentilmente sobre sus pies en el piso.
Al lado de la mesa, Alice, le habla en un tono
neutral —No, bájate—.
Corey alza sus brazos y se avienta hacia ella. Alice hace
un esfuerzo para bajar a Corey al suelo de manera calmada para que no se exalte
como en las veces anteriores. Pasados unos minutos, Corey y Alice repiten el
mismo ciclo en repetidas ocasiones. Alice, espera que respondiendo de manera
pasiva contrarreste la actitud anterior y disuada a Corey de continuar con su
juego. Desafortunadamente, Corey persiste en esa actividad.
En un esfuerzo para apaciguar su deseo por escalar, Alice
aleja a Corey de la mesa y lo sienta en un sillón puf para que observe su
libro. Esperanzada a que él esté satisfecho, Alice deja a Corey para que juegue
de manera independiente.
Dando algunos saltos, Corey corre a través de la
habitación, se sube a una silla y se sitúa rápidamente en la mesa. Parado en la
mesa y con la mano en la barbilla, Corey, mantiene una mirada intensa hacia
Alice.
A través del cuarto, inclinándose hacia delante con las
manos en su cintura; Alice usa un tono de reprimenda — ¡Corey, No!—.
Corey se queda de pie en silencio.
Alice, firmemente se dirige hacia él — ¡No, bájate!—.
Soltando un sonido muy agudo, Corey sobresalta en alegría y
se sube a la mesa.
Con una risa sofocada, Alice mira fijamente a Corey,
perpleja por la contradicción de su reprimenda y su exuberante descaro. Al
darse cuenta que Corey ha malinterpretado sus palabras y se le ve inadvertido
por su cambio de tono y lenguaje corporal Alice reflexiona la pregunta, ¿Ahora
qué? Haciendo un esfuerzo para proyectar un firme comportamiento, Alice se
acerca repitiendo lentamente, — ¡No, bájate!—.
De inmediato, Corey suelta una mueca parecida a la del Gato
Sonriente y pide ser levantado en brazos.
Consternada, Alice se percata, Corey no comprende mi
“No” y piensa que la frase, “Bájate” significa que lo voy a cargar en mis
brazos.
Reflexionando sobre su próximo movimiento, Alice le da a
Corey un abrazo pero no lo mueve del suelo. Hurgando en sus pensamientos por
una mejor manera de crear entendimiento, se pregunta, ¿Qué quiero que haga
cuando digo “Bájate”? Lo ideal sería que descienda del mueble por su propia
cuenta. Apuntando hacia la silla, Alice, delicadamente jala la mano hacia
abajo y le indica a Corey que se baje. Corey se estira hacia arriba y se
prepara para ser levantado.
Bueno, eso no funcionó. Pensativamente, Alice mira a Corey mientras repite su
rutina continuando con el problema. No quiero cargarlo por haberse parado en
la mesa. ¿Qué es específicamente lo que quiero que haga Corey? No quiero que
salte de ahí al suelo o que camine hacia la silla de al lado como si estuviera
a la misma altura. Quiero que se baje de la mesa de una manera cuidadosa y por
su propia cuenta. Entonces, ¿cómo hago que baje? Él no entiende mis palabras,
lenguaje o señas. Voy a tener que motivarle para que lo haga. Estará confundido
y podría enfadarse, debo estar lista para evitar que se caiga si hace un
berrinche.
Con su plan ya establecido, Alice comienza —Corey, bájate—.
Corey, se estira pero es detenido en lugar de recibir un
abrazo.
—No, bájate —repite Alice mientras le da vuelta a Corey y
lo ayuda con sus brazos y rodillas. Poniendo sus piernas en la silla, Corey
reposiciona sus manos y continúa hasta que está completamente estabilizado en
el suelo.
De pie, Corey mira curiosamente a Alice e inmediatamente
asciende a la mesa.
Reconociendo la necesidad de practicar esta nueva
instrucción, Alice permite que Corey suba. Una vez que Corey está de pie sobre
el mueble. Alice repite —Bájate—.
Corey eleva sus brazos y sonríe enormemente.
—No. —Alice nuevamente le da media vuelta a Corey y le
ayuda a descender mientras repite— Bájate.
Tan pronto como sus pies se postran sobre el piso, Corey de
manera determinada se desprende de Alice y rápidamente escala una vez más.
Alice espera a que Corey se posicione encima de la mesa
antes de darle la instrucción —Bájate—.
Corey extiende sus brazos hacia Alice.
—No.
Cuando su abrazo es denegado, Corey llora desesperadamente.
Mientras Alice indica a Corey que se dé la vuelta, él comienza a llorar y se
aleja de ella. Corey por su propia cuenta se baja de la mesa por medio de la
silla, corre al sillón puff y hace pucheros.
Comprendiendo su frustración, Alice se dirige hacia él de
manera positiva, felicitándole por sentarse en el sillón puf y le muestra un
libro. Corey mantiene su enojo hacia Alice y se voltea hacia otro lado.
Mientras se sienta con Corey, Alice compasivamente determina, Debo ser más
cuidadosa en el futuro. Pensé que estaba siendo clara cuando lo hacía bajar con
mi gentil “no, no, no”, pero lo que realmente estaba haciendo era confundirle.
Trabajaré en ser más clara en conectar mis palabras con mis acciones. No es
justo confundir a Corey siendo carismática y juguetona y luego esperar
obediencia en una instrucción que él no entiende.
Desglose
Los desgloses en la comunicación regularmente se disuelven
en expresar angustia emocional tanto en los niños con autismo y sus padres o
tutores. Padres, familiares, maestros y cuidadores se esfuerzan para construir
relaciones sociales con los niños en sus vidas. Alegría, palabras amables,
interacciones delicadas, sonrisas y abrazos son influencias positivas en las
relaciones con los niños.
Proveer instrucciones, protegerlos y enseñar competencias
de comportamiento son características de una tutela amorosa genuina. El
esfuerzo para mantener la positividad y armonización emocional mientras se está
comprometido en salvaguardar e instruir a los jovencitos es un acto con un
balance incesante. Mientras existe un vínculo profundo y amoroso entre los
adultos y el niño, también hay desafíos diarios para mantener interacciones
sociales positivas como en la historia de Corey. La enseñanza tradicional puede
apuntar a resultados negativos como problemas de entrenamiento, seguir
instrucciones, disciplina y la reproducción del habla. Yo postulo que una comunicación
común y habitual es el meollo del asunto.
En este libro me enfoco en el uso de la palabra “No” y su
uso diario. Sin embargo, espero que los conceptos explorados en esta lectura,
sean usados de la misma manera en otras prácticas de comunicación y compromiso
cuando se trata de apoyar a niños con autismo.
Pero ¿Qué tiene que ver la palabra “No” con mejorar la
relación con un niño autista? Bueno, esa respuesta es el balance de una
investigación sobre los desafíos relacionados con los niños autistas, el uso diario
del “No” y la convergencia de estos dos temas. En los siguientes capítulos
ilustraré cómo la palabra “No” es usada inintencionadamente en maneras que
estancan el entendimiento, regulación de las emociones, confianza social y la
armonía en las relaciones. Hay una línea en la película Experimenter que
es apropiada para mis intenciones, “La concientización es el primer paso para
la liberación”. Es mi esperanza que conforme las barreras de la comunicación
sean dadas a conocer, los adultos puedan escoger detenidamente un vocabulario
que realce la comunicación, incremente la positividad y mejore las relaciones.
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